La perspectiva de curso de vida reconoce la importancia de cuatro grandes fases en la vida de las personas: la transición hacia la vida adulta; la movilidad ocupacional en edad activa; el vínculo entre trabajo y familia, especialmente en el caso de las mujeres durante su período reproductivo y, finalmente, la última etapa activa en la vida de los trabajadores, asociada a la jubilación o el retiro. A pesar de este reconocimiento, los estudios laborales del curso de vida se han enfocado de manera particular en las tres primeras fases, dejando de lado el momento final de las trayectorias ocupacionales. En efecto, en América Latina en general, y en México en particular, son escasas las investigaciones que se proponen analizar trayectorias laborales de manera extendida, es decir, desde que comienza la carrera ocupacional de un individuo hasta que finaliza.
Bajo estas premisas, el objetivo de la investigación es analizar modelos sociales diferenciados de cursos de vida entre trabajadores que, actualmente, se encuentran en la fase final de sus trayectorias laborales. Además de contribuir a subsanar la ausencia relativa de investigaciones sobre trayectorias laborales completas o finalizadas, el interés por el estudio de este grupo poblacional obedece a dos grandes cuestionamientos teóricos. En primer lugar, la perspectiva de curso de vida, históricamente, ha dado cuenta de lo que Kohli (1986) ha llamado el modelo ternario o tripartito. Esto es, la clasificación del curso de vida a partir de tres grandes fases o etapas: el momento de la educación, del trabajo y del retiro. En el contexto mexicano es relativamente escaso el conocimiento que se tiene sobre dicha clasificación y hasta qué punto los trabajadores de este país asimilan o reconstruyen este modelo normativo. En segundo lugar, debido a las múltiples transformaciones que ha sufrido el mercado de trabajo en los últimos años, aunado a la falta de protección social generalizada que caracteriza al sistema de seguridad social en México, no sólo es poco factible que dicho modelo se cumpla sino que, además, las propias trayectorias de los trabajadores mayores habrían sufrido un profundo deterioro en la fase final de sus carreras.
Para llevar a cabo la investigación se utilizaron datos provenientes de la Encuesta Demográfica Retrospectiva de México (EDER 2011) donde a las trayectorias laborales de la cohorte más vieja del estudio se les aplica un análisis de secuencias de estados basadas en la actividad predominante en los diferentes campos sociales (educación, trabajo y retiro).
Los hallazgos indicarían que existen modelos heterogéneos, plurales y generizados de trayectorias laborales que no sólo están lejos de conformar modelos normativos de curso de vida sino que ello depende de restricciones familiares, ocupacionales y recursos sociales específicos.