Los procesos migratorios Sur-Sur generalmente enfrentan barreras más laxas en el cruce de fronteras.  Esta característica favorece una mayor probabilidad de retornar al país de origen, y una mayor cantidad de retornos.  El retorno múltiple se puede entender como una expresión de procesos transnacionales de los migrantes.  A partir de la Encuesta Nacional de Migración y Emigración en Costa Rica (ENIE-2016) se estudia la cantidad de migraciones de nicaragüenses desde Costa Rica hacia Nicaragua.  Como punto de comparación, se analiza también la frecuencia de este tipo de migraciones entre los extranjeros provenientes de otros países de origen.  Al compararlos con estos últimos, los nicaragüenses residentes en Costa Rica tienen mayor probabilidad de regresar a su país, y en general tienen más viajes de retorno (medianas de 2 y 3 respectivamente).  Se utilizan modelos de Poisson inflados con cero para analizar las variables que predicen tanto la probabilidad de retorno como la cantidad de retornos.  Entre los nicaragüenses, los más educados tienen mayor probabilidad de regresar, así como los que envían remesas y los que no trabajan.  Además, los que envían remesas y los que no tienen familiares planeando migrar tienen en promedio una doble tasa de retornos que los que no poseen estas características.  Entre los migrantes de otros países, la condición laboral y la educación también predicen una mayor probabilidad de retorno; además, si tienen familiares planeando migrar, su tasa de retornos es menor que los que no tienen familiares planeando migrar.  La principal diferencia entre nicaragüenses y otros inmigrantes es que los primeros hacen más viajes de retorno si han hecho trámites migratorios para regularizar su situación; mientras que los otros extranjeros hacen menos viajes.  Los datos sugieren que el retorno múltiple es un claro ejemplo de comportamiento transnacional característico de procesos migratorios Sur-Sur.