| IX Congreso - ALAP 2020 | Resumo: 10212-3 | ||||
Resumo:Alrededor del mundo las zonas costeras han experimentado una mayor presión demográfica, tanto como resultado de su crecimiento poblacional como de los procesos de consolidación urbana (Small y Nicholls 2003). Estos últimos que suponen tanto una mayor concentración de población como un cambio en el espacio físico construido y la intensificación y diversificación de la actividad económica. La mayor urbanización de las costas supone crecientes retos ambientales y sociales. En América Latina, diversos trabajos han mostrado que dicha concentración se asocia a una mayor degradación de los ecosistemas marinos y costeros, a la par de la pérdida de importantes servicios ecosistémicos (UNEP 2006; Barragán 2001; Guneralp & Sato 2013). Además, el mayor número de asentamientos y de actividad económica incrementa el volumen de población y de edificaciones expuestos a amenazas por eventos extremos y aquellos riesgos asociados a la elevación del nivel del mar. La urbanización en la región ha sido rápida, precaria y poco planificada lo que también acrecienta la vulnerabilidad de los asentamientos. En México en las últimas décadas la urbanización de los municipios costeros se incrementó. Las costas mexicanas han visto crecer su población a un paso más acelerado que los municipios no costeros, pero existe una heterogeneidad en la rapidez con la que han experimentado dicho proceso. Asimismo, detrás del proceso de consolidación urbana se esconde, una gran diversidad en la calidad de infraestructura y los servicios urbanos que tiene la población. Esta diversidad también supone que es posible la urbanización difiere en su intensidad, forma y densidad de poblamiento. Esta ponencia examina el proceso de urbanización de las costas de México entre 1990 y 2015. Para ello se utilizan información de los Censos de Población (1990, 2000, 2010) y la Encuesta Intercensal (2015), pero también datos de imágenes satelitales, del Global Human Settlement Layer, con una resolución de 250 metros, para 1975, 1990, 2000 y 2014 (Pesaresi et al. 2016). Empleamos la proporción del pixel cubierta por edificaciones dentro del tamaño total de la celda y la estimación de densidad de población derivada de ésta (Melchiorri y Siragusa, 2018, p. 153). Combinamos fuentes censales e imágenes satelitales a fin de analizar en qué medida se aprecian diferencias entre la utilización del suelo (superficie construida) e intensificación del poblamiento. La utilización de ambas fuentes para calcular indicadores de densidad poblacional y hábitat construido muestran que existen notorias disparidades en la manera en que las costas de México se han urbanizado, diferencias asociadas tanto a la actividad económica como a la regulación del suelo. Más aún, el análisis de la urbanización con datos de escala pequeña permite examinar en qué medida esta urbanización está ocurriendo directamente sobre la franja costera lo que implica riesgos tanto para la población ahí asentada como para los ecosistemas en su conjunto. Palavras-chave:
Urbanización, costas, riesgo
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