Los desastres, tanto los de origen natural como aquellos que no lo son, constituyen eventos potencialmente traumáticos, que pueden dar lugar a niveles catastróficos de destrucción. Son devastadores para las personas que los experimentan, particularmente para aquellas que forman parte de los colectivos más vulnerables. Diferentes investigaciones apuntan a que la ausencia o la deficiente incorporación de la perspectiva de género en las políticas diseñadas para la gestión de los desastres de origen natural impacta negativamente en las mujeres, bien aumentando sus riesgos, bien reduciendo sus posibilidades de supervivencia y de superación de la catástrofe. Este trabajo tiene por objeto analizar cómo los desastres de origen natural afectan a la (des)igualdad de género. Para ello, hemos considerado el terremoto de Haití del año 2010 y hemos analizado cuantitativamente su efecto sobre la (des)igualdad de género. Nuestros resultados confirman que el desastre afectó negativamente a los hogares con “cabeza de familia” femenina, incrementándose la brecha existente entre la riqueza de los hogares liderados por mujeres y el resto de hogares. Estas conclusiones ofrecen una evidencia adicional acerca de los efectos negativos que causan los desastres de origen natural sobre las mujeres y de ellas se derivan importantes implicaciones para la gestión del riesgo de desastres que no deben ser obviadas.