Antecedentes: Los sentimientos de soledad pueden ser experimentados por todas las personas durante su curso de vida. Sin embargo, es posible que en la vejez existan transiciones que agudicen o propicien esta experiencia, entre los cuales pueden estar: la viudez, la disminución de miembros en las redes de apoyo, el retiro laboral, el deterioro de la salud, el cambio de residencia, entre otros (Pinazo y Bellegarde, 2018). A su vez, en estudios realizados con personas mayores, se identifica que la soledad tiene relación con características personales como el estado civil y la edad avanzada, pero también con el estado de salud físico y emocional (Sequeira, 2011; Hacihasanoĝlu, Yildirim, y Karakurt). Por otra parte, aspectos sociales como las condiciones económicas, la escolaridad, el ejercicio de ciertos roles sociales, como el ser jubilado, la existencia o no de una red social, la presencia o no de apoyo familiar, las actividades de recreación y ocupación del tiempo libre, entre otros, son factores que pueden relacionarse con los sentimientos de soledad en la vejez (Sequeira, 2011).

La soledad puede ser emocional o social, en el caso de la primera se relaciona con una percepción subjetiva sobre la falta de una figura de apego. En cambio, la soledad social puede asociarse con la pérdida de roles sociales, sobre todo en transiciones como la jubilación, la viudez, etc., es decir, cualquier situación que implique una pérdida de contacto con las personas con las que mantenía convivencia (Weiss, 1973). En cualquier caso, ambas están influidas por diversos factores como los señalados en diversos estudios. En esta ponencia nos centraremos en la soledad social, porque nos interesa analizar los roles sociales, los cuales suelen transformarse en la vejez, es cierto que estos roles pueden cambiar en diferentes etapas de la vida, sin embargo, es en las edades avanzadas en donde pueden presentarse mayores modificaciones y con ello afectar los sentimientos de soledad (Pinazo y Bellegarde, 2018).

Objetivo: En esta ponencia se tiene como objetivo analizar, para una ciudad al norte de México, algunos de los factores que inciden en los sentimientos de soledad, así como las experiencias de soledad por parte de las personas mayores que viven en hogares unipersonales.