Esta comunicación tiene por objetivo analizar la incorporación al mercado del trabajo de migrantes latinoamericanos en Chile, considerando su lugar de origen, motivación de migrar, nivel de calificación y ocupación en el mercado laboral chileno. Como caso de estudio se analizan dos de los colectivos que han tenido mayor crecimiento en el país durante los últimos años, estos son: colombianos y venezolanos. Dado que la mayoría de los estudios sobre incorporación laboral de la inmigración se han centrado en la Región Metropolitana de Santiago, en esta propuesta nos centraremos en la Región de Los Lagos como ejemplo de área no metropolitana pero que, sin embargo, también ha recibido inmigración extranjera en magnitudes considerables y, suponemos, con unas características específicas.
Tras una presentación cuantitativa de sus características sociolaborales recogidas a partir de fuentes diversas como la escuesta CASEN y el Censo de 2017, la comunicación adopta en su análisis principal un diseño metodológico cualitativo, en el que se aplicaron 21 entrevistas semiestructuradas durante el segundo semestre del 2017 y primer trimestre del 2018 a población de origen venezolano y colombiano que residen actualmente en la región de Los Lagos, Chile, y que llegaron al país a partir del año 2008. Las entrevistas se analizaron mediante la técnica de análisis del discurso sociológico, considerando el país de origen, motivación para migrar y nivel educacional de los entrevistados como factores contextuales para la incorporación al mercado del trabajo en Chile.
Los resultados muestran que existen diferencias en la incorporación laboral de colombianos y venezolanos. En el colectivo venezolano hay, inicialmente, inestabilidad y movilidad laboral, ya que, sin importar el nivel de calificación de los migrantes, obtienen en un inicio empleos precarios en el mercado laboral secundario, con trabajos inestables y mal pagados; tras esta fase inicial de sobrecalificación, posteriormente tienen una trayectoria laboral ascendente, más acorde al nivel de calificación, obteniendo muchas veces puestos de trabajo en el mercado laboral primario, es decir, empleos acorde a su nivel de calificación y con mayor seguridad laboral. Mientras que, en el colectivo colombiano, el nivel de calificación incide directamente en su incorporación laboral. Quienes tienen menor calificación se insertan en el mercado laboral secundario; en cambio, la población calificada tiende a insertarse rápidamente en el sector primario, sin pasar por fases de sobrecalificación.