Colombia comparte 2.219 kilómetros de frontera con Venezuela, en donde confluyen cientos de pasos regulares e irregulares transitados históricamente por la población de los dos países, generando una alta dinámica de flujos laborales de lado y lado de la frontera. No obstante, las condiciones de crisis humanitaria en Venezuela en la última década han incrementado de manera exponencial la inmigración de venezolanos y el retorno de

connacionales a Colombia, con una estimación de 1,9 millones de personas en 2019,derivado de las situación económica y social del país vecino y de las diferencias cambiarias en las monedas que generan una mejor relación costo-beneficio aprovechado por la población en las fronteras.

Este acelerado crecimiento trajo consigo condiciones laborales precarias para los inmigrantes, explotación y disminución de la formalidad en los lugares receptores, consecuencia de la alta oferta y contratación de venezolanos en el mercado laboral colombiano (Páez 2019), repercutiendo en brechas como el acceso al mercado laboral y los ingresos en donde las tasas de formalidad de los asalariados no presentan una correspondencia con el nivel de escolaridad de los mismos, en contraposición con el postulado de la teoría del capital humano¨(Velázquez and Manzano 2017) . Sumado a la condición irregular o indocumentada que establece una vulnerabilidad estructural adicional de la inserción de los migrantes en el mercado de trabajo y constituye un factor adicional de explotación.

Estas condiciones, se reflejan en la mayor probabilidad de que la población venezolana se encuentre desempleada y que cerca de la mitad viva en condiciones de pobreza, con desprotección en salud médica, déficit en el acceso a sistema escolar de niños y jóvenes, con un nivel de inasistencia escolar de cerca del 40% entre todos los migrantes.(Banco Mundial 2018).

Bajo este breve contexto, el siguiente trabajo propone un análisis exploratorio de la información del Censo de población y Vivienda CNPV-2018, de las variables de migración y ocupación, con lo cual se busca describir las actividades realizadas por la población inmigrante y retornada, las tasas desocupación a nivel municipal y la relación de inserción de esta población en el mercado laboral según su año de llegada y nivel educativo.

Adicionalmente se propone una complementación con indicadores obtenidos de GEIH primer semestre de 2020, con el fin de evaluar los efectos del La Covid 19 en las tasas de ocupación de la población migrante.