La ampliación de la brecha socioeconómica entre los hogares monoparentales y los biparentales en Uruguay (1986-2018)

A diferencia de la mayoría de los países de América Latina, los hogares monoparentales en Uruguay no han presentado peores desempeños socioeconómicos que los hogares biparentales; diferentes fuentes estadísticas y análisis académicos han mostrado consistentemente esta paridad. A partir del primer quinquenio de la década de 2000 se constata un ensanchamiento de las brechas socioeconómicas entre hogares monparentales y biparentales, con una creciente ventaja de los últimos sobre los primeros. En el ultimo decenio, el perfil de los hogares monoparentales ha mostrado un sistemático empeoramiento tanto en comparación con los hogares biparentales como en relación con su propia trayectoria histórica. A partir de 2005 y aun cuando todos los hogares incluidos los monoparentales mejoran sus desempeños, se inicia una tendencia que da cuenta de una creciente distancia entre el nivel educativo de las jefas de hogares monoparentales y mayor participación en los sectores pobres, en comparación con los hogares en los que hay una pareja parental. Este resultado parece contraintuitivo si se considera que, en los últimos quince años, marcados por el crecimiento económico, ha habido una fuerte inversión en políticas sociales y transferencias económicas hacia los hogares con hijos, entre los cuales la monoparentalidad ha sido un foco de particular atención.

El objetivo general de este trabajo es analizar los factores (demográficos, socioeconómicos) que incidieron en la ampliación de la brecha de bienestar socioeconómico entre los hogares monoparentales y los biparentales. Para ello nos concentramos en el análisis de la evolución de las características de los hogares monoparentales en Uruguay en las últimas tres décadas (1986-2018) y los comparamos con los hogares biparentales. Nuestra fuente de datos son los microdatos armonizados de las Encuestas Continuas de Hogares (ECH), y nuestro universo de análisis son los hogares monoparentales y biparentales con al menos un hijo o hija menor de 22 años.

Nuestros resultados preliminares sugieren que el ciclo de crecimiento económico, aunado a las prestaciones sociales orientadas a los hogares con niños y adolescentes, contribuyó a modificar sustancialmente la composición de los hogares monoparentales. Es decir que el aumento generalizado de nivel de ingresos permitió que un grupo creciente de mujeres con hijos que anteriormente pertenecían a hogares extendidos accediera a formar un hogar propio, modificando el perfil tradicional de los hogares monoparentales. Es decir que más que un empeoramiento de la situación de estos hogares hubo un cambio en su composición.