| IX Congreso - ALAP 2020 | Resumo: 10515-1 | ||||
Resumo:La crisis sanitaria originada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, llegó a México a finales de febrero de 2020, abriéndose paso entre las desigualdades socioeconómicas y la desprotección social prevalecientes entre la población. Es de esperarse que la crisis económica derivada de la emergencia sanitaria por el COVID-19 tenga repercusiones profundas en los mercados de trabajo. El objetivo de esta investigación es contar con una fotografía del punto de partida de esta crisis, al presentar el perfil laboral y sociodemográfico de la población ocupada en los sectores y las ocupaciones que hemos clasificado como: a) esenciales, b) en encadenamiento a las esenciales, c) en frontera debido a la indefinición entre esenciales y no esenciales y, d) no esenciales. Esta investigación parte de considerar que si bien lo establecido en el Acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación es importante para fijar líneas de acción en el marco de la crisis sanitaria, en términos analíticos para el mercado de trabajo es limitado. Por lo tanto, con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE 2020-1) se construyó una clasificación de la población ocupada según condición de esencialidad, que considera aquellas actividades vinculadas o que son dependientes de las definidas como esenciales. Además, para las personas insertas en actividades esenciales se analiza su riesgo de contagio de SARS-CoV-2, buscando dar cuenta de los riesgos laborales. Los resultados muestran que las actividades esenciales presentaban al inicio de la pandemia condiciones laborales precarias, inseguras e impredecibles. El ingreso más bajo se obtiene en las actividades “Esenciales” (el promedio de ingreso por hora es 49.5 pesos) Por el contrario, en la categoría de “No esenciales” se ubican quienes tienen mejores ingresos, estabilidad y condiciones laborales, así como el menor riesgo de contagio. Palavras-chave:
Trabajo, Ingresos, Seguridad social
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