El envejecimiento en Cuba. Diagnóstico, adelantos y desafíos

Cuba fue uno de los países de América Latina y el Caribe que más tempranamente inició su transición demográfica. El efecto combinado de las variables demográficas, condujo al acelerado envejecimiento de su población.

¿Qué rasgos y singularidades presenta el envejecimiento en el contexto cubano; ¿ cuál ha sido su intensidad, su implantación territorial, su impronta en aspectos como el género, el estado civil, los hogares y las dinámicas familiares, la educación, el trabajo, la seguridad social, las capacidades económicas, la salud y los entornos físicos y sociales ?; ¿ qué adelantos y desafíos son identificables en la situación actual y en la perspectivas para las políticas públicas de un país pequeño, con un modelo socialista, de economía centralizada, con programas sociales avanzados, una economía débil y recursos financieros limitados ?. Estas son interrogantes conductoras del problema de investigación que aquí se pretende abordar.

El objetivo de esta contribución consiste, justamente, en presentar un diagnóstico del estado actual del proceso de envejecimiento de la población cubana, algunas de sus características principales, así como los desafíos que entraña, para las políticas públicas en la actualidad  y el futuro inmediato.

El trabajo se apoya en la revisión documental, la confrontación de distintas investigaciones, el enfoque histórico-lógico, el manejo de información censal y datos provenientes de dos Encuestas Nacionales de Envejecimiento realizadas en 2011 y 2017.

Desde el año 2010, Cuba se convirtió en la primera economía envejecida de la región (CEPAL 2017). Las tendencias de las variables demográficas, condujeron a una reducción simultánea en el porcentaje de personas menores de 15 años y un aumento en el de la población de 60 años y más.

Las autoridades nacionales han considerado al envejecimiento, como el principal reto demográfico de Cuba, debido a su incidencia en la economía, la estructura de los servicios, el funcionamiento de la familia, y en toda la sociedad. El diagnóstico presentado da cuenta de su gran intensidad y homogeneidad territorial.

Las políticas deben adaptarse a las nuevas circunstancias, pues el envejecimiento está afectando y afectará la renovación del capital humano, la disponibilidad de mano de obra, los sistemas de seguridad social y de salud pública, así como los costos en la atención a un perfil epidemiológico complejo y demandante de alta tecnología médica.

El entorno físico y social encara múltiples dificultades para la protección de los adultos mayores. La familia cubana hoy es menos numerosa. Su dinamismo y los arreglos al interior del hogar, no pocas veces afectan la convivencia doméstica, generan conflictos, presionan los recursos y los servicios de la vivienda.

La sustentabilidad financiera de los adelantos en los sistemas de protección social de las personas mayores, constituye el desafío mayor de una economía frágil y permanentemente asediada.