RED: Achidepo

Desde la década de los noventa la migración hacia Chile estuvo marcada inéditamente por una intensidad y diversificación de orígenes que situaron al país en una condición llamativa en la región. Después del arribo de peruanos y luego de colombianos, principalmente, se asistió a una combinación de orígenes que desembocaron más recientemente en una vigorosa inmigración de haitianos y venezolanos en un breve lapso. Con tal intensidad, hasta hace poco, se proyectaba un proceso continuo en el tiempo que se explicaba además por la instalación del tema migratorio en la agenda pública y la investigación, constituyendo un hecho frecuentemente negativo en los imaginarios colectivos. La consecución de un proyecto de ley migratoria y la creciente visibilidad de la migración en la economía y la sociedad chilena abrieron flancos para incipientes debates acerca de los derechos y la inclusión de las personas migrantes, consignando la existencia de racismos y discriminaciones. Las movilizaciones y prolegómenos de cambios sociales desde finales de 2019 plantean nuevos retos de inclusión y oportunidades para identificar el papel de la migración en la igualdad. ¿Qué tipo de estudios pueden ser útiles para las nuevas discusiones acerca de la migración que se instalarán con los cambios sociales e institucionales orientados a la igualdad que sobrevendrán en Chile a contar de 2020? Esta sesión espera recibir trabajos que contribuyan a identificar desafíos y temas relevantes para las políticas públicas en dicho contexto de cambios sociales posibles de advenimiento. La sesión pretende abordar temas tales como acceso a protección social (educación, salud), inclusión laboral, vivienda y condiciones de vida, organización comunitaria, gobiernos locales, niñez migrante y fuentes de información.

RED: Achidepo

Chile es uno de los países más urbanizados de América Latina. Y el censo de 2017 registró un avance de este proceso, aunque a un ritmo mucho menor que en el pasado. Esta moderación podría deberse a varios factores, desde los estadísticos (la urbanización sigue una función logística) a los estructurales, sea económicos (el modelo de desarrollo de apertura global y de exportación de materias primas principalmente dinamiza y vigoriza a las zonas rurales y) o sociales (las zonas urbanas acumulan problemas y déficits por diferentes razones y es las debilita y enlentece). Cualquiera sea el caso, los factores demográficos que explican la urbanización siguen siendo la migración, así como los procesos de anexión y reclasificación, y por otro lado, el diferencial de crecimiento natural. Y respecto de ambos factores no hay estudios recientes y se espera que la sesión regular reciba trabajos sobre este tema. Por otra parte, la tradicional concentración en Santiago, durante mucho tiempo concomitante a la urbanización, ha sido amenazada por factores endógenos (la acumulación de problemas estructurales) y exógenos (el fortalecimiento de localizaciones alternativas) y de hecho los pocos estudios realizados sobre la migración interna de esta ciudad, sugieren que ha pasado a ser de emigración neta. Pero lo anterior podría ser compensado total o parcialmente por la migración internacional, ya que Santiago ha sido sobrerrepresentado como lugar de destino de esta migración. Cualquiera sea el caso, los flujos migratorios no se limitan a Santiago y un examen más detenido del conjunto de los mismos (entre regiones, entre comunas, entre ciudades) y de sus diversos determinantes y su variedad de consecuencias parece una tarea pendiente aún. Finalmente, las áreas metropolitanas en el país exigne un análisis más detenido de la denominada migración intrametropolitana o movilidad residencial, cuyos determinantes difieren de los de la migración tradicional y cuyos patrones y tendencias resultan clave para la configuración de ciudades difusas y otros fenómenos vinculados a la configuración, composición y segregación residencial de estas áreas metropolitanas. Interesan las investigaciones que aborden los asuntos antes indicados, desde un marco teórico, o al menos un debate conceptual bien fundado, y un marco metodológico estructurado con resultados originales que aporten al conocimiento, al debate académico y a las políticas públicas.

La migración en América Latina se encuentra en un carácter crítico y frente al escenario en que se dan los flujos migratorios en la región, la dimensión política, económica, ambiental, sociocultural y el acceso a derechos, son dimensiones que requieren argumentos para el debate. El foco central de esta sesión es el examen de los retos que se deben afrontar desde las instituciones, sistemas de gobiernos y Estados-Nación en atención a la dinámica de estos procesos en la región. A partir de esta mirada se resalta la necesidad de observar, analizar y reflexionar la relación entre estos flujos y los acontecimientos que en algunos escenarios amenazan a la democracia y en otros el propio proyecto de futuro de los países de la región. En el contexto actual de derrocamiento de los proyectos progresistas populares, se expone la fragilidad de la democracia en la región, en donde los golpes institucionales y una ascensión conservadora pasaron a ser constantes en los noticieros mundiales. Representan un escenario más amplio de crisis de las instituciones y del propio Estado, que detonan dinámicas de precarización de la vida y de criminalización de la migración. Entre estas ideas se encuentra por un lado la falencia del primer intento de desarrollo alternativo en la región sudamericana, el cual fue detonante del principal éxodo de la actualidad en Sudamérica, la crisis venezolana, y por otro la situación centroamericana. Estos dos grandes flujos migratorios son hoy retos de inclusión de una estructura en crisis a nivel mundializado y con efectos en toda la región que en el caso venezolano toma la forma de una crisis humanitaria que se profundiza a un ritmo cada vez más veloz, mientras que en el caso centroamericano representa giros en el perfil y estrategias migratorias. Estas realidades son temas de interés en los estudios de la movilidad humana para este siglo, así como retos para las investigaciones actuales. Esto requiere de respuestas innovadoras y creativas desde la academia y los actores sociales en el marco de profundizar desde la complejidad del pensamiento, aportando a las discusiones sobre igualdad e inclusión en la región.

RED: Migración y Movilidad

La movilidad poblacional en América Latina experimentó en los últimos años cambios impulsados por nuevas corrientes migratorias provenientes de Siria, Haití, Venezuela, el Triángulo Norte de Centroamérica (TNCA) y países del África subsahariana. En el Hemisferio norte, la política interna norteamericana adquirió un tinte cada vez más securitista y xenófobo, que incluso contraviene la política sobre asilo. El gobierno de ese país presiona por la ratificación de los acuerdos del TNCA y por la adopción de México de la figura de tercer país seguro, con implicaciones negativas para los migrantes intra y extraregionales. En el Hemisferio Sur, los países del Mercosur cuentan con instrumentos normativos que protegen los derechos de las personas migrantes provenientes de los países del bloque y no contemplan a las de otros orígenes. En Argentina, la Ley Nacional de Migraciones N°25.871 garantiza el acceso a derechos a la salud y educación sin importar la condición migratoria y no contempla la regularización de aquellos migrantes extra-Mercosur. La sanción del Decreto de Necesidad y Urgencia N°70/2017 torna más vulnerable la situación de los migrantes. Una situación similar ocurre en Brasil tras la sanción del Decreto N° 9.199/17 que modifica la Ley migratoria N° 13.445. Paralelamente los gobiernos de Perú, Ecuador y Colombia establecieron medidas excepcionales que no garantizan la permanencia y restringen el acceso a derechos sociales a venezolanos. En un contexto de segmentación del acceso a derechos según origen nacional y surgimiento de prácticas xenófobas, se busca discutir el impacto de los cambios en los marcos normativos, acuerdos multilaterales y políticas que cercenan derechos de ciudadanía y vulneran a grupos migratorios específicos. También se pretende promover la discusión de estrategias y experiencias para mejorar la inclusión de estos en las sociedades receptoras.

Si bien la emigración de caribeños (sobre todo isleños) a Norteamérica y varios países de Europa (Francia, Italia, España) es uno de los rasgos constitutivos de la transición demográfica de los países que conforman la subregión del Caribe, y en particular de la dinámica migratoria del Caribe desde mediados de la década de los 60, al interior de la subregión se verifica la intensidad y diversidad de flujos migratorios. Algunos de ellos datan de principios del pasado siglo, como los desplazamientos de población de Haití a la República Dominicana, el principal flujo de migración insular. La migración intrarregional representa la mitad (51%) del total de inmigrantes en la subregión, siendo Haití (57%) y la República Dominicana (12%) los principales países de origen de este tipo de migración, mientras que los principales destinos de esta migración son la República Dominicana, que continúa siendo un importante polo de atracción para migrantes a nivel intrarregional, seguida por Puerto Rico, Guadalupe y Las Bahamas, que en su conjunto absorben casi el 60% de la migración interregional. Además de la República Dominicana, las islas de Guadalupe (50%), las Bahamas (72%) y en menor grado, Martinica (18%), Aruba (15%) y Curazao (13%) constituyen también importantes destinos para la migración haitiana. Otras islas del Caribe muestran patrones de inmigración muy diversos, como las Islas Vírgenes de Estados Unidos, que cuentan con 38.703 inmigrantes provenientes de San Cristóbal & Nieves (18,4%); Dominica (14,2%); República Dominicana (12,0%); Santa Lucía (11,9%); Puerto Rico (10,5%) o Curazao, que cuenta entre sus 15.374 inmigrantes a nacionales de la República Dominicana (37,9%), las Antillas Holandesas (15,5%), Haití (13,1%) y Aruba (11,3%). Adicionalmente, existen flujos de migración laboral temporal entre los diferentes países de la subregión, como los trabajadores/as temporales de Dominica, Santa Lucía y Haití en el cultivo de la caña de azúcar en las islas del Caribe francés (Guadalupe y Martinica). Asimismo, migrantes de San Vicente, Granada y Guyana viajan por temporadas a Trinidad y Tobago para vender sus productos agrícolas, y, en los últimos años, también se han registrado trabajadores/as migrantes de la República Dominicana en diferentes islas del Caribe oriental. Uno de los flujos de inmigración al Caribe más recientes es el de venezolanos a algunos de los países del Caribe Sur como Aruba, Curazao y Trinidad y Tobago, así como también en otros destinos como la República Dominicana. La intensidad y diversidad de flujos migratorios intrarregionales pone en evidencia la complejidad y el desafío que implica analizarlas a profundidad y generar políticas públicas para abordarlas adecuadamente.

RED: Movilidad

La migración internacional es un fenómeno sustancial de la historia social y demográfica de América Latina y el Caribe. La región tiene una historia marcada por la movilidad de su población, tanto por la llegada de inmigrantes europeos en siglos pasados, como por la persistente salida de emigrantes latinoamericanos principalmente hacia Europa y Estados Unidos, la movilidad de migrantes intrarregionales y la fuerza de la migración interna. Desde la década de 1990 y especialmente desde el comienzo del siglo XXI, la movilidad poblacional regional se ha ido complejizado progresivamente, sumándose a las persistentes y tradicionales dinámicas migratorias unos emergentes y novedosos procesos migratorios. Por ejemplo, a partir de la crisis económica global de 2008 se ha observado la disminución del tradicional flujo de emigrantes mexicanos hacia Estados Unidos, el aumento de sus retornantes y un cambio en la geografía interna del retorno. En América del Sur el cambio en el perfil migratorio de Venezuela de país receptor de inmigrantes a país expulsor de emigrantes ha impactado fuertemente en la dinámica migratoria regional, así como también el aumento de inmigrantes cubanos y dominicanos en nuevos destinos regionales no tradicionales. Por último, el componente del retorno de los migrantes latinoamericanos que residían en el norte global conforma también la diversa y rica dinámica migratoria de Latina América y el Caribe. Estas nuevas tendencias migratorias generan nuevos retos analíticos y metodológicos para el estudio de la migración en América Latina y el Caribe, por esto se convoca al envío de artículos orientados al estudio de la dinámica migratoria internacional de los países de América Latina y el Caribe. Se espera que la diversidad de tradiciones de abordaje y experiencias empíricas, así como las construcciones teóricas-conceptuales y metodológicas, enriquezca la reflexión acerca de la dinámica migratoria actual regional, y constituyan un aporte a la construcción del conocimiento desde una perspectiva latinoamericana.

RED: Movilidad

América Latina transita un proceso inédito de dinamización de la migración internacional caracterizado por la diversidad de orígenes, la creciente complejidad de las rutas migratorias y la composición mixta de flujos de migrantes, refugiados y solicitantes de refugio. Estas transformaciones han ocurrido en medio del período inter-censal y el carácter mixto de estos flujos, con diversos niveles de voluntariedad y vulnerabilidad entre sus protagonistas, imprime la necesidad de recurrir a una multiplicidad de fuentes de información no censales que permitan, por un lado, captar su magnitud, identificar rutas y direccionalidad de forma rápida, y por otro, analizar el perfil demográfico y las condiciones de inclusión social de estas poblaciones en los contextos de acogida. En este contexto entre 2017 y 2019 se han realizado encuestas específicas sobre migración con diversas metodologías de muestreo en algunos contextos de llegada -desde las operaciones de  Matriz de Seguimiento de Desplazamiento  realizadas por la Organización Internacional de las Migraciones, donde se han entrevistado más de 7000 migrantes venezolanos en varios países de la región, hasta las encuestas específicas de inmigración realizadas a nivel nacional en la República Dominicana (Encuesta Nacional de Inmigración) o a nivel de ciudades como en el caso de Montevideo (Etnoencuesta de Inmigración Reciente); se han producido análisis de datos secundarios asociados a huellas digitales, registros administrativos de residencias, permisos temporales, refugio o asilo; y diseños de investigación que se centran en etnografías y/o entrevistas a inmigrantes. El desafío para la disciplina demográfica y los estudios de población en general es conseguir validar la multiplicidad de fuentes de información que se manejan actualmente para avanzar en el conocimiento de estas dinámicas que surgen, se perpetúan o se redirigen mientras se espera la nueva ronda censal. Esta sesión da lugar a esta discusión convocando un amplio abanico de propuestas de investigación centradas en los flujos de migración sur-sur, los países de la región como contextos de acogida y las estrategias de investigación que hagan uso de algunas de las estrategias e instrumentos de investigación mencionados.

RED: Movilidad

La Alianza Pacífico se establece como un área de integración que busca la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Se han implementado 22 grupos técnicos entre los cuales se encuentra el grupo de Movilidad de Personas. De esta manera, la movilidad entre ciudadanos de los países miembros contempla una permanencia de hasta seis meses con fines turísticos, de tránsito o negocios.
Uno de los aspectos interesantes de la Alianza del Pacifico es que como parte de la libre circulación de personas se creó la Plataforma de Movilidad Estudiantil y Académica, la cual ha operado desde el año 2013 por medio de las entidades de cooperación internacional y/o de fomento educativo de los países miembros. El objetivo de la presente sesión es hacer una caracterización de la movilidad estudiantil y académica en el marco de la Alianza del Pacifico.

RED: Población y Trabajo y Red de Movilidad.

Actualmente, América Latina asiste a una intensificación de los flujos intrarregionales convirtiéndose en un contexto de acogida destacado, con nuevos países receptores y emisores. En un mercado de trabajo de por sí desigual, como el latinoamericano, estas transformaciones de la migración regional imponen nuevos desafíos en torno a las dinámicas de inclusión-exclusión laboral mediadas por la segmentación y/o segregación laboral, los desajustes educativos (sobre-educación, sobre-calificación), las barreras a la traducibilidad de credenciales y competencias laborales y el desencuentro entre trabajadores con distinta socialización laboral. Interesa generar un espacio de diálogo en torno a resultados de investigación sobre los procesos de incorporación sociolaboral de la migración de origen latinoamericano en los nuevos contextos de acogida del sur global y en aquellos más consolidados dentro del norte global. Especialmente los análisis comparados, incorporando varios orígenes nacionales y/o distintos contextos de acogida, así como variados enfoques empíricos, ya sean cuantitativos, cualitativos o combinados.